Este post en realidad debería titularse o “Hemiparesia y trastornos asociados: relaciones entre familias y profesionales”, pero hemos preferido titularlo con esas tres palabras para intentar resumir (y promover) un cambio de mirada en un tema que, creemos, es muy importante tanto para las familias de los niños y niñas con hemiparesia como para los profesionales que los atienden, de cuya colaboración depende mejorar esa atención.

La hemiparesia infantil, más allá del trastorno motor (que es más evidente para todos), conlleva otras dificultades derivadas de trastornos asociados, la mayoría invisibles, que pueden ir apareciendo a medida que nuestros hijos van creciendo, como la epilepsia, trastornos de aprendizaje, del lenguaje, del espectro autista (TEA), déficit de atención con (TDAH) o sin (TDA) hiperactividad, déficit intelectual, visual, hipoacusia, disfagia, y algunos más.


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