Bueno, después de un tiempo que hace que os conozco y que me conocéis quiero contaros mi experiencia.
Después de dos años de buscar el embarazo por fin lo conseguimos. Todo transcurrió bastante bien, dejando de lado las náuseas y la diabetes gestacional que tuve. Debido a la diabetes me llevaban muy controlada en el hospital, controles semanales de azúcar, peso, ginecología. ..y a partir de la semana 24 correas semanales....hasta ahí todo bien pero de repente en la semana 34 en una de las correas vieron que Carla tenia bradicardias (pequeños infartos) pero como se reponía rápida de éstas, la ginecóloga me dijo que no me preocupara que eran sustitos que nos daban los bebés. Conforme pasaban los días yo empecé a encontrarme mal y cuando acudía a urgencias me decían que era exageraba, que estaba verde, etc...parecía, o me hacían sentir que estaba loca. Finalmente en la semana 38 me salieron unas manchas en la piel y me encontraba tan mal que decidí volver a urgencias pero esta vez me fui a un hospital privado de Barcelona. Me atendieron rápidamente, la ginecóloga me dijo que todavía no era la hora y que me mandaban a casa, pero le enseñé las manchas en mi piel y me puso las correas para ver que todo estuviera bien. No habían acabado de colocármelas cuando me dio una pequeña contracción, la ginecóloga de repente se giró al enfermero y le dijo que me pincharan ventolin en vena, me colocaron una mascarilla de oxígeno y cogiéndome la mano me dijo " tranquila, en unos minutos tienes a tu niña contigo, pero no te pongas nerviosa porque no te puedes poner de parto"...yo miré a mi madre y empecé a llorar porque sabía que algo le pasaba a mi pequeña. Nunca sentí tanto miedo como en ese momento al pensar que mi niña podía nacer muerta, como escuche que le decía una enfermera a otra en voz baja. Me hicieron una cesárea de urgencia y cuando me dieron a mi niña estaba toda moradita e hinchada...pero viva. Resulta que mi niña llevaba hecho un nudo en el cordón umbilical y cuando se movía el nudo se cerraba y provocaba que no le llegara sangre ni oxigeno, motivo por el cual le daban los infartos al corazón...y como más tarde supimos también le provocaron tres ictus causando la parálisis cerebral de todo el hemisferio izquierdo. En el hospital fue todo bien y cuando Carla tenía 2 meses yo notaba que su bracito derecho no lo movía igual que el otro. Después de estar batallando con su pediatra conseguí que me derivaran al traumatólogo por si le habían hecho daño en el parto, pero este en cuanto la vio dijo que era algo neuronal. De ahí ya que os voy a contar que no sepáis.. neurólogos, pruebas (donde nos dijeron lo de su lesión cerebral) y llegó la angustia, dolor, incertidumbre y culpa....porque las madres siempre sentimos que es nuestra. Pero por suerte os encontré y me ayudasteis con vuestras palabras de aliento, me hicisteis ver que todo se puede con mayor esfuerzo, pero se puede. Carla hoy con 1 añito es un bichillo, ya se empieza a poner de pie solita, le estamos enseñando a bajar y subir las escaleras. ...y es la alegría de su hermana, sus padres y de nuestra familia. Gracias por estar ahí, por escucharme.
Anna Vilarrubla
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