El pasado 26 de septiembre de 2015 visitamos la Fundació Teràpia a Cavall (están en L'Ametlla del Vlallés, muy cerquita de Barcelona) y durante dos horas, su responsable y cofundadora, Maite Llòria, nos explicó sus actividades con mucha pasión y rigor.

Os resumimos en este post lo más significativo de las más de dos horas de conversación, pero podéis leer el impresionante currículum de Maite y la entrevista completa (con algunas definiciones más técnicas que nos han facilitado) en estos enlaces (versión español / versió en català).

¿Qué es la hipoterapia?

Según Maria Teresa, lo primero que tenemos que hacer es diferenciar la hipoterapia de otras actividades en los que se utilizan caballos, como la equitación adaptada y la salud mental facilitada por équidos:

La hipoterapia o equinoterapia es una terapia en la que se utiliza el movimiento del caballo con objetivos terapéuticos propios de la fisioterapia, para mejorar las diferentes patologías neurológicas y mejorar las capacidades funcionales del paciente. En ésta, se busca un punto medio entre los objetivos de los padres y los objetivos del terapeuta.

La equitación adaptada es aquella que se ajusta a las capacidades del jinete. Sobre todo se realiza para controlar al caballo. Esto no es un tratamiento ni una terapia en sí, sino que se trata de una manera de enseñar a montar a caballo adaptándose a las capacidades del jinete.

Y finalmente, tenemos la salud mental facilitada por équidos, dirigida principalmente a persona que padecen trastornos intelectuales, de comunicación, de conducta o de relación social. En este caso se necesita un psicólogo para poder realizar las sesiones. Normalmente, las personas con estos trastornos tienden a explicar lo que sienten cuando están rodeados de caballos, ya que les da confianza. Es en este momento que actúa el psicólogo. Con las personas con problemas de conducta, se realiza sobre todo lo que denominamos trabajo "pie al suelo": todo lo que sería limpiar el caballo y preparar el material necesario para montar el caballo y establecer así un vínculo con el animal.

¿Hay un tiempo establecido en la duración de las sesiones?

Sí, duran unos 45-50 minutos, lo que cambia es la duración del tiempo en que el niño está encima del caballo, para hacer más hincapié en trasladar lo que se ha trabajado encima del caballo en las tareas funcionales "pie al suelo".  Trabajar la marcha, el uso de los brazos y manos para el control de la motricidad fina de la mano, etc. Durante la sesión, se trabaja tanto en movimiento como con el caballo parado, pero en general interesa más el movimiento (siempre dependerá del niño/a)

¿Cómo transcurre una sesión?

Una sesión está formada por tres partes. En la primera, se realiza un calentamiento previo, estiramientos, para que el cerebro se vaya activando y los músculos también estén más flexibles y puedan recibir estímulos. En algunas ocasiones se empieza saltando sobre un colchón elástico para empezar a poner en marcha los estímulos que recibe el cerebro.

En la segunda parte, se realiza una preparación del caballo para montarlo. Par subir, se utilizan escaleras, una rampa o una grúa elevadora, dependiendo de la limitación de cada jinete. Una vez arriba, se empiezan los ejercicios sobre el caballo, que son diferentes en función del os objetivos marcados. Se realizan tanto en movimiento como con el caballo parado. El movimiento que perciben los jinetes es un movimiento tridimensional, es decir, un movimiento como el que hacemos nosotros al caminar.

Cuando termina el trabajo con el caballo, las neuronas están muy activas y los músculos también, por lo que se aprovecha para trabajar con la cinta de caminar. Es el momento en que el cerebro recibe mejor los estímulos y poco a poco va corrigiendo la marcha, de forma que el cuerpo responderá mejor. Un factor que también influenciará es el entorno en el que se realiza la sesión. El entorno crea estímulos: el sonido de los pájaros, las pisadas del camino de tierra o sobre hojas secas, los colores de los árboles, etc. Hay una serie de elementos colocados adrede para que creen una serie de estímulos.

Además, en función de lo dureza de la tierra por donde se pasee el movimiento del caballo variará: cuanta más dureza, más rítmico será el movimiento. Depende de lo que se busque se decidirá caminar por un suelo u otro.

Finalmente, y respecto a la primera o primeras sesiones, también se valora la actividad normal del usuario y sus reacciones neurológicas en condiciones normales, para saber o poder evaluar posteriormente si sus reacciones a la terapia son normales o bien existe algún problema que requiera interrumpir la terapia. La comunicación con los padres es siempre muy importante, antes de empezar la terapia y una vez finalizada. (aunque los padres no estén presentes, si se encuentran en la misma finca, además de facilitar la comunicación, se puede reaccionar más adecuadamente en caso de emergencia)

¿Qué clase de caballos se necesita para la hipoterapia?

Para realzar hipoterapia es importante que las características del caballo se adecuen al movimiento que necesita el usuario. Por lo tanto, se necesita variedad de caballos y mucho rigor para escogerlos. Es esencial que estén bien domados. Si después de un periodo de prueba no se aclimatan a la actividad, no se aceptan. Si están domados, se tiene que mirar la raza, por  cuantas y por qué manos han pasado, la edad, etc. es decir, el historial del caballo.

Sin son caballos de sangre caliente, caballos que responden rápidamente a la huida, no se les aceptará si tienen menos de 18-20 años. Son más adecuados los caballos de sangre fría, ya que actúan más lentamente a una reacción de huida.

Es importante saber por cuantas manos han pasado y por qué manos, ya que si han pasado por muchas manos o algunas no eran adecuadas, el caballo podría desarrollar problemas de carácter y se quiere evitar este riesgo.

También se mira el carácter del caballo, si es un caballo dócil, que no se asusta fácilmente, que deja que le hagan subir y bajar escaleras, rampas, etc en general será aceptado. Aunque queda un factor también importante que es la clase de movimiento que se busca.  En general los caballos más adecuados para esta actividad son los islandeses, que no se suelen encontrar en España, aunque hay otras razas que pueden ser adecuadas, por ejemplo, el American Quarter, un caballo de Estados Unidos que sólo se encuentra allí. Con esta limitación, aquí nos encontramos con menos caballos para escoger.

Según sus protocolos, estos caballos pueden trabajar un máximo de tres horas al día y tienen un mes de descanso;  para que descansen de este trabajo tan intensivo, se les libra de esta carga psicológica habitual.

Por ejemplo, los sacan de excursión, los montan como si fuera una clase de equitación, porque la hipoterapia para ellos es una actividad psicológicamente muy cansada (por ejemplo, durante la terapia, un técnico siempre coge al caballo por las riendas y camina delante de su cara, y eso es muy estresante para el caballo)

¿Qué clase de material se utiliza respecto al caballo? ¿y el jinete?

Teniendo en cuenta al jinete y al caballo como conjunto, se utiliza un material determinado. Por ejemplo, la silla de montar se selecciona en función del movimiento del caballo y el objetivo marcado que tiene que conseguir el jinete. Cada caballo tiene su cabezada, con su filete (hierro en la boca) según la sensibilidad de su boca, es importante también para no transmitir enfermedades entre los caballos. Existen ciertos elementos de seguridad,  como un cinturón para que los niños no se caigan, sillas con estribos especiales para que no se salgan tan fácilmente de los pies y no se pueda desequilibrar, también hay diferentes asas, pero esto ya depende de la clase de montura y las capacidades del jinete.  Es importante que esté ordenado de manera que cada caballo y su jinete tengan el material adecuado para llevar a cabo la sesión. Los voluntarios tienen que conocer el material de cada caballo en caso que tengan que prepararlo.

Respecto al jinete, el casco es imprescindible. Hay casos especiales como por ejemplo los niños que llevan una válvula por hidrocefalia; en este caso hay que buscar un casco especial que no presione en exceso. Hay casos en que las circunstancias impiden montar a caballo (por ejemplo, las chicas con esclerosis múltiple que lleven una sonda urinaria no pueden montar porque podrían crearse úlceras - no es el caso de los hombres, ya que en su caso es más fácil poner y sacar la sonda)

Instalaciones:

La Fundació Teràpia a Cavall se encuentra en una finca privada, debido a las medidas de seguridad y a que se busca un entorno adaptado y tranquilo para los niños y voluntarios. Sobre todo se busca la parte terapéutica y lúdica. Cuando el jinete es más independiente y lo que se busca son más aspectos deportivos y de sociabilización, pueden ser derivados a hípicas de equitación adaptada. Se intentan hacer grupos de niños de las mismas edades y discapacidades similares. Las instalaciones están dotadas de todo lo necesario para personas con diferentes discapacidades, desde usuarios de sillas de ruedas hasta niños de dos años con problemas de marcha.

¿Cuantos terapeutas hay en la fundación y qué formación tienen?

Como terapeutas, están Maria Teresa y Silvia, y un grupo de voluntarios que se está formando en la fundación. Se les pide que estén dispuestos a donar parte de su tiempo, que les guste el contacto  con los caballos y con personas con diferentes patologías.

¿Existe alguna asociación o federación de hipoterapia en Cataluña?

Hoy en día no existe ninguna asociación o federación de hipoterapia en Cataluña ya que cada centro aplica un concepto diferente de la misma, así que establecer un acuerdo entre todos los centros homologados en hipoterapia en Cataluña es más complicado.

¿Existen estudios sobre la hipoterapia?

Casi todos los estudios se han realizado en Estados Unidos, desde estudios con niños con parálisis cerebral hasta niños con Autismo u otros transtornos. Su evidencia es innegable, aunque limitada ya que los estudios realizados se han basado en números reducidos de niños. La Fundació Teràpia a Cavall ha participado en un estudio con el Instituto Guttman sobre hipoterapia en pacientes con lesión neurológica en niños y adultos.

Los últimos estudios se han realizado con robots, que reproducen los mismos movimientos que el caballo, aunque esta clase de terapia se recomienda a niños hospitalizados que no pueden salir al exterior, ya que los movimientos del robot no pueden reproducir los del caballo, y se pierde el entorno que crea estímulos que también ayudan en la mejora del jinete.

En estos niños se han detectado mejoras pero se trata de un proceso más lento y costoso.

¿A qué niños se recomienda la hipoterapia?

Es recomendable para cualquier niño o niña a partir de los dos años, aunque antes se tiene que realizar una evaluación porqué hay determinados casos en que no es recomendable (en especial el Síndrome de Down, por problemas con las cervicales)

¿Es muy caro el tratamiento?

Como entidad sin ánimo de lucro, intentamos reducir al máximo el coste para las familias, es por ello que los precios no llegan a cubrir los costes (esta diferencia la cubrimos con otras entidades que colaboran con nosotros o incluso con becas para las familias que no pueden cubrir el precio reducido).

Gracias a nuestra entrevistadora (Helena Agustí), a Maite por su tiempo, paciencia y generosidad con nosotros ... y a ella y a todo su equipo por sumarse a nuestra campaña de sensibilización sobre la #hemiparesia!!!