Como Terapeuta Ocupacional quiero compartir con todos vosotros una actividad para trabajar la motricidad fina con uno de los elementos más sencillos y comunes en todas las casa: ¡pinzas de la ropa! Las hay de muchos tamaños, grosores, resistencias, distintos tipos de agarres...lo que las hace muy versátiles y además se pueden incorporar a juegos muy divertidos para los peques.
El objetivo fundamental que trabajamos con ellas es la mejora de la manipulación fina en lo que se refiere a los agarres y las pinzas (parece redundante, usar pinzas para trabajar las pinzas, pero así es). En función de lo que necesita trabajar cada niño podemos variar la actividad. Se pueden trabajar agarres que incluyan la mano completa por ejemplo, cogiendo las pinzas con la mano cubital (cuarto y quinto dedo) o la mano radial (primero y segundo dedo). Si en cambio queremos aumentar la disociación de dedos podemos realizar agarres independientes con cada dedo e ir aumentando la dificultad, empezando con pinzas que tengan una resistencia muy baja a la hora de apretar e ir incrementándola, al igual que ir cambiando el tamaño ya que será más fácil empezar con pinzas grandes y de resistencia baja y luego ir aumentando complejidad introduciendo pizas más pequeñas y duras que exijan mayor precisión y fuerza.
Ésta última fase se recomienda para fortalecer la musculatura una vez que ya se han alcanzado los objetivos de disociación de dedos y todos los rangos de movimiento posibles. En casos en los que el niño se encuentre en fases más iniciales se puede comenzar con pinzas pluridigitales (tres y cuatro dedos) antes de llegar a pinzas bidigitales.
Todo esto lo podemos trabajar incorporándolo, por supuesto, en juegos y actividades de ocio para los peques, y ahí la imaginación es fundamental. Desde tableros donde colocar colores con colores, cuerdas a distintas alturas trabajando así todo el miembro superior al completo, incluyendo juegos de cálculo (sumas y restas) y así aumentar las exigencias cognitivas o hasta actividades de la vida diaria como tender ropa de las muñecas o ayudar a los papás cuando hay que hacer éstas tareas.
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