Debido a la pandemia "Covid-19" estamos viviendo una situación sin precedentes, que ha supuesto un cambio radical en la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo, y especialmente en la de nuestros niños, familias y las de los profesionales de la Atención Temprana que nos atienden porque, a pesar de las buenas intenciones y las nuevas tecnologías, lo cierto es que las terapias y los tratamientos de “Atención Temprana” están prácticamente suspendidos … mientras nuestros niños siguen creciendo.
Medidas como el aislamiento social, el cierre de centros de Atención Temprana, centros de salud, etc., han cambiado radicalmente también la forma en que afrontamos el día a día, y en el fragor de la batalla por no perder tiempo y tratar de hacer “terapias” en casa, es difícil pensar (pero hay que hacerlo) en qué pasará cuando todo esto pase, ¿cómo será el mundo después de la pandemia? ¿seguirá todo igual que antes?
Pues parece ser que sí, si no hacemos nada, ya que el sistema de Atención Temprana es tan débil que ha hecho aguas por todas partes, como bien se señala en la “Declaración Pandemia Covid-19” del GATT.
Otra buena muestra de la más que posible regresión al siglo XX que nos espera es el recientemente publicado “Libro blanco sobre la rehabilitación infantil en España” de la SERI … esperamos reacciones de la Sefip y otras sociedades científicas a ver si mejora, porque si no volveremos a estar donde estábamos, y seguramente con menos medios debido a la crisis económica que nos espera a la vuelta de la esquina.
Lo que seguramente necesitamos (aprovechando que toda crisis es también una nueva oportunidad) es un cambio radical de paradigma, un cambio de “mapa” que nos permita situar a las familias de niños con necesidades de rehabilitación en el centro de una nueva visión del tratamiento que necesitan a todos los niveles, tanto el sanitario, como el educativo y social … necesitamos un nuevo mapa, necesitamos a nuestro Harry Beck.
Hay poca gente que conozca a Henry Charles Beck (4 de junio de 1902 - 18 de septiembre de 1974, conocido como “Harry”), un ingeniero electrónico que ha pasado a la historia como el creador del actual mapa del Metro de Londres en 1931 que, dicho así, parece poca cosa, pero en realidad supuso una enorme revolución (pese a su simplicidad … o quizá precisamente por eso).
La visión de Beck partía de la necesidad de simplificar la realidad para no perdernos; para Beck (ingeniero) para no perderse es más útil una verdad reducida y simple que toda la verdad (siempre compleja y diversa) una especie de "verdad reducida" que nos ayuda a movernos por el mundo; es cierto que este mapa (uno de los anteriores a Beck) es mucho más completo, contiene “más” verdad y más detalle:
Pero es fácil perderse con él ... en cambio este otro mapa contiene “menos” verdad (no es verdad que las estaciones tengan la misma distancia entre ellas, que las curvas de las líneas sean todas de 45' o 90', que la periferia esté tan cerca del centro, etc etc):
Pero, aun siendo "menos" verdad, es mucho más útil ... y lo mismo podríamos decir de la rehabilitación infantil, ciertamente un asunto complejo, con muchas especialidades, administraciones y necesidades de coordinación a muchos niveles ¿alguien se atreve a hacer ese mapa?
Es realmente lo que necesitamos y, en esa linea, podemos citar por ejemplo dos proyectos muy interesantes, el Mirrorable de la ONG italiana Fight the Stroke y el Neuro Personal Trainer de Institut Guttmann.
Si queréis conocer algo más Harry Beck, el porqué de su genialidad, y qué tiene eso que ver con el matrimonio, la literatura, el arte o la filosofía, nadie mejor para explicarlo que el escritor y filósofo Alessandro Bericco en esta impresionante charla:
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